Madurez cívica.
Ya sea que vivas en una impenetrable torre de marfil o en el más asqueroso, permeable y vulnerable subsuelo del mundo, la política tendrá efectos sobre tu propia vida y la vida de tus semejantes, sin embargo puede que este hecho no resulte obvio si tu contexto social y/o económico así lo determina.
Mas tarde o mas temprano, mas o menos explícitamente, notarás esos chispazos, esas ráfagas, incomodas y conflictivas que tus intereses generan al impactar con los intereses de otros. Si tu postura es honesta contigo y tu entorno podrás discutir, razonar, acordar, ceder, ironizar o aceptar ideas e intereses ajenos a los tuyos, pero si no tienes una aceptable madurez cívica sucederán dos cosas: o adoptarás posturas deshonestas contigo (te dirás apolítico o fingirás ingenuidad o te burlarás para evitar aceptar o discutir o pensar a otros), o harás berrinches y serás violento.
La madurez cívica debería ser indispensable para ejercer el poder en el estado…debería.